Ander es puro amor. Rezuma inocencia por todas partes. Me encantó hacerle fotos porque colaboró en todo momento. Me gusta hacer fotos a niños y niñas ya que sacan todo lo que tienen dentro, abren su corazoncito a la cámara para que lo muestre en las imágenes. Ander no dejó de sonreir en toda la sesión, él es así de alegre y de natural. Aquí tenéis el resultado:
Disfruto haciendo fotos y sacando el alma de todo lo que fotografío. Pienso que todos tenemos un alma, y la de los niños y las niñas es pura y limpia. Por eso se muestran así ante la cámara.
Gracias por permitirme disfrutar de esta manera.
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