Estamos acostumbrados a ver el tipico marco de 9x13 con una foto, o la típica cartulina con motivos del evento con una ventana en la que introducimos la foto.
Yo propongo hoy dos formas de presentar estos recordatorios:
La primera es un formato útil para los amantes de la lectura, ya que es un punto de libro impreso por ambas caras en papel fotográfico y laminado que permite poner dos fotos de hermanos, familia o dos fotos del niño o la niña que hace la comunión.
La segunda forma de presentar un recordatorio es con un tarjetón digital con varias imágenes y un diseño totalmente personal. Ya sabéis que la libertad es absoluta con lo que en el mismo recordatorio podéis uncluir fotos de hermanos o incluso de la familia (a las amumas les encanta)... lo que se os ocurra. Como veis las opciones son infinitas:
La personalización es total, el diseño es espectacular y además, es personal. En ningún caso se va a repetir un diseño, con lo que la exclusividad es total.
Son ideas para renovarse, motivarse, animarse, disfrutar...